La importancia de resistir la tentación de rascarse
Las investigaciones muestran que la gran mayoría de los pacientes con psoriasis experimentan picor como parte de la enfermedad. Para la mayoría de ellos, el deseo constante de rascarse es el síntoma más frustrante y debilitante de la psoriasis.El picor, también conocido como prurito, es una sensación que provoca una necesidad casi irreprimible de rascarse. Esta sensación puede desencadenarse por una serie de causas, como por ejemplo las enfermedades de inflamación de la piel u otras enfermedades comunes.
Cuando la piel está inflamada, el cuerpo segrega una serie de sustancias químicas que pueden provocar picor. La sequedad también puede producir picor.
La intensidad puede variar
En las personas con psoriasis, el grado de prurito o irritación va de leve a intenso, según lo afectada que esté la piel. En algunos casos, el prurito aparece en una única zona, mientras que en otros puede afectar a todo el cuerpo.Del mismo modo, su intensidad puede variar considerablemente. Mientras que algunas personas solo sufren prurito moderado, otras han descrito una irritación intensa que hace que se rasquen hasta sangrar.
Sin embargo, aunque el rascado proporciona un alivio temporal, lo cierto es que rascarse intensamente puede dañar la piel y empeorar la psoriasis.
Resistir la tentación de rascarse
Rascarse no hace que la psoriasis se extienda, pero sí que obstaculiza el proceso de curación. Si el paciente se rasca la piel dañada, impide que mejore. Por este motivo, si quieres que tus síntomas mejoren, es muy importante tratar de aliviar la irritación que hace que quieras rascarte.Si la necesidad de rascarte te resulta incómoda, asegúrate de hablar con tu médico sobre ello: explícale dónde te pica, cuánto dura el picor, la intensidad y las medidas que debes de tomar para aliviarlo.